Pechuga de Tomates Asados con Orégano y Ajo

Los tomates asados con orégano y ajo son un plato clásico de la cocina mediterránea que destaca por su simplicidad y su sabor profundo. Este plato es perfecto como acompañamiento o incluso como una tapa para compartir en reuniones informales. Al asar los tomates, se intensifica su dulzura natural, mientras que el ajo y el orégano aportan una fragancia irresistible. Además, la textura suave de los tomates contrasta maravillosamente con el crujiente del asado.

Esta receta es versátil, fácil de preparar y no requiere ingredientes complejos. Se puede disfrutar tanto fría como caliente, lo que la convierte en una excelente opción para cualquier temporada. Sigue leyendo para descubrir el paso a paso y algunos consejos para que tus tomates asados sean los mejores.

Ingredientes

Para preparar estos tomates asados, necesitarás los siguientes ingredientes básicos:

  • 8 tomates medianos (puedes usar cualquier variedad que prefieras, pero los tomates tipo cherry o roma son ideales)
  • 4 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de orégano seco o 1 ramita de orégano fresco
  • Aceite de oliva extra virgen (al gusto)
  • Sal y pimienta (al gusto)
  • Opcional: hierbas frescas para decorar (albahaca, perejil)

Preparación paso a paso

1. Precalienta el horno

Antes de comenzar con la preparación de los ingredientes, es importante precalentar el horno a 200 grados Celsius (aproximadamente 392 grados Fahrenheit). Esto asegurará que los tomates se cocinen de manera uniforme y obtengan ese bonito color dorado característico de los alimentos asados.

2. Prepara los tomates

Lava bien los tomates bajo el chorro de agua fría y sécalos con cuidado. Si has elegido tomates más grandes, córtalos por la mitad o en cuartos, dependiendo de su tamaño. Si prefieres utilizar tomates cherry, puedes dejarlos enteros o cortarlos por la mitad, según tu gusto personal.

3. Ajo y orégano

El ajo es un ingrediente esencial en esta receta, ya que su sabor suave y ligeramente picante complementa a la perfección la dulzura de los tomates asados. Pela los dientes de ajo y córtalos en rodajas finas. Si lo prefieres, también puedes picar el ajo más pequeño, según tu preferencia de sabor. En cuanto al orégano, puedes utilizarlo fresco o seco. Si usas orégano fresco, es recomendable picarlo ligeramente para que libere más sabor durante el asado.

4. Montaje en la bandeja para hornear

Coloca los tomates en una bandeja de horno previamente cubierta con papel vegetal o ligeramente engrasada con aceite de oliva para evitar que se peguen. Dispón los tomates de manera que queden ligeramente separados entre sí, lo que permitirá que el calor circule uniformemente y cada uno de ellos se ase correctamente.

Distribuye las rodajas de ajo sobre los tomates y espolvorea el orégano de manera uniforme. Si decides utilizar orégano seco, una cucharadita será suficiente para cubrir toda la bandeja. Rocía generosamente los tomates con aceite de oliva, asegurándote de que cada pieza quede bien impregnada, ya que esto contribuirá a un dorado perfecto. Finalmente, sazona con sal y pimienta al gusto.

5. Asado

Introduce la bandeja con los tomates en el horno precalentado y deja que se asen durante unos 25-30 minutos. La clave es observar cómo los tomates se empiezan a dorar por los bordes y su piel comienza a arrugarse ligeramente, lo que indica que ya están bien asados.

Es recomendable darles la vuelta a los tomates a mitad de la cocción para que ambos lados se cocinen de manera uniforme. Si has elegido tomates más pequeños, es posible que estén listos en menos tiempo, así que vigílalos de cerca para evitar que se quemen.

6. Finalización y decoración

Una vez que los tomates estén asados a tu gusto, retíralos del horno y deja que reposen durante unos minutos. Esto permitirá que los sabores se asienten y los tomates alcancen la temperatura ideal para comer.

Para darle un toque final, puedes decorar el plato con algunas hierbas frescas como albahaca o perejil. Además, una última rociada de aceite de oliva extra virgen antes de servir añadirá un brillo atractivo al plato.

Sugerencias para servir

Este plato de tomates asados es muy versátil. A continuación, algunas sugerencias para disfrutarlo:

  1. Como aperitivo: Sirve los tomates asados sobre una rebanada de pan tostado, creando una bruschetta sencilla pero deliciosa.
  2. Guarnición: Acompaña carnes o platos principales con estos tomates asados. Su dulzura y acidez complementan una amplia variedad de comidas.
  3. Ensalada tibia: Añade estos tomates a una ensalada de hojas verdes frescas y aliña con más aceite de oliva y un toque de vinagre balsámico.
  4. Pasta o arroz: Los tomates asados pueden ser un excelente acompañamiento para un plato de pasta o como parte de un risotto cremoso.

Consejos adicionales

  • Variedad de tomates: Experimenta con diferentes tipos de tomates. Los tomates cherry aportan un sabor concentrado y dulce, mientras que los tomates más grandes son ideales si prefieres una textura más carnosa.
  • Ajo asado: Si prefieres un sabor más suave de ajo, puedes asar los dientes enteros sin pelar, lo que le dará un toque caramelizado.
  • Almacenamiento: Los tomates asados se pueden almacenar en el refrigerador en un recipiente hermético por hasta 3 días. También es posible congelarlos, pero su textura puede cambiar ligeramente al descongelarlos.

Conclusión

Los tomates asados con orégano y ajo son una receta sencilla pero repleta de sabor, perfecta para cualquier ocasión. Con ingredientes básicos y un método de cocción que realza sus cualidades naturales, este plato es un favorito indiscutible de la cocina mediterránea. Atrévete a experimentar con esta receta y adapta los sabores a tu gusto personal.

Articles

Sign up for our alerts to get the most recent and engaging articles delivered straight to your email.